lunes, 30 de noviembre de 2015

Se reduce el número de ministerios
Bordet dio a conocer su gabinete de ministros
"Cada uno de los compañeros y compañeras que he convocado para integrar este equipo de trabajo tienen mi absoluta confianza a partir de su capacidad y experiencia para encarar los desafíos que vienen; un compromiso absoluto  sobre el esfuerzo que debemos hacer para gobernar en un escenario político bien diferente;  y la sensibilidad propia para ser parte de un gobierno que va a seguir luchando por la inclusión, por brindar más posibilidades de progreso a nuestro pueblo".
Lo afirmó Gustavo Bordet al dar a conocer su gabinete de ministros que estará conformado por Mauro Urribarri en el Ministerio de Gobierno, Hugo Ballay en Economía, Laura Stratta en Desarrollo Social, Ariel de la Rosa en Salud, Adrián Fuertes en Turismo,  Carlos Schepens en Producción y Luis Benetto en Planeamiento. De este modo, el número de ministerios se reduce de 10 a 7.
Detalle:
María Laura Stratta, tiene 39 años, es oriunda de Victoria y licenciada en Comunicación Social.
Nació en Victoria el 22 de febrero de 1976. Cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Nuestra Señora del Huerto. Se graduó en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER).
En su trayectoria profesional y laboral se destaca su labor como asesora en el Senado de la Nación con Héctor Maya, en el Centro Cultural de la Cooperación y en la reconocida Consultora Julio Aurelio. Trabajó también junto a Graciela Bar y a Luis Miguel Márquez mientras se desempeñó en la Convención Constituyente de Entre Ríos. Desde 2003 es referente provincial del Banco Popular de la Buena Fe de Entre Ríos.
En 2011 fue elegida como diputada provincial. En la Cámara de Diputados de Entre Ríos presidió la Comisión de Legislación General y fue presidenta ad honorem del directorio del Instituto Autárquico Becario Provincial (INAUBEPRO). Entre sus proyectos más importantes se encuentra le Ley de Economía Social, la adhesión a la ley de fertilización asistida y el proyecto de ampliación de la licencia por maternidad, paternidad y adopción.
 
Hugo Ballay tiene 55 años, es uruguayense y contador público de profesión.
Recientemente secretario de Coordinación de Gabinete del gobierno de Sergio Urribarri. Con una amplia trayectoria en el ámbito público y privado, Hugo Ballay se desempeñó 9 años en la Municipalidad de Concordia, siendo encargado de la oficina impuesto automotor, director de Rentas Municipales, y Subsecretario de Hacienda. Además, fue Presidente de la Caja Municipal de Préstamos SEM.
Presidió durante el período 2007-2011 la Comisión Administradora de los Fondos de Salto Grande- CAFESG-, y fue Presidente del Directorio de ENERSA.
Nació el 15 de enero de 1960 en Concepción del Uruguay. Cursó sus estudios primarios en la Escuela N°  19 “9 de Julio” de la localidad de La Clarita y en la Escuela N° 1  “Nicolás Avellaneda” de Concepción del Uruguay. Egresó con el título secundario de perito mercantil en el Colegio Nacional “Justo José de Urquiza” de esa ciudad. Sus estudios universitarios los desarrolló en la Facultad de Ciencias de la Administración de Concordia, dependiente de la UNER.
 
Carlos Schepens, 63 años. Nació el 24 de Octubre de 1952 en la ciudad de Concepción del Uruguay. Es especialista en organización industrial, conservación, secado y almacenamiento de cereales y oleaginosas, industrialización y comercialización de granos.
Posee una amplia trayectoria en la esfera pública y privada. Durante 34 años trabajó en la actividad industrial, principalmente en el sector cooperativo. Fue integrante de la Federación de Cooperativas Arroceras Argentina (Fecoar) y jefe de Desarrollo de los Centros de Desarrollo Cooperativo de la Asociación de Cooperativas Argentinas para la provincia de Entre Ríos.
Colaboró en el desarrollo de estudios y puesta en marcha de planes de desarrollo portuario, en la planificación y desarrollo de cadenas logísticas para el transporte multimodal. Fue miembro fundador y en varias oportunidades presidente del Comité Binacional Hidrovía del Río Uruguay, y tesorero de la Cámara de Exportadores del Centro Comercial, Industrial y de la Producción de Concepción del Uruguay.
Como senador provincial, en el periodo 2007-2011, fue presidente de la Comisión de Puertos, Vías Navegables y Transporte Multimodal; secretario de la Comisión de Producción de la Cámara de Senadores de Entre Ríos e integró el Concejo del Instituto Portuario Provincial de Entre Ríos (IPPER).
Es presidente municipal saliente de la ciudad de Concepción del Uruguay 2011/2015.
Mauro Urribarri es oriundo de General Campos. Se desempeñó como secretario de la Honorable Cámara de Senadores de la provincia de Entre Ríos durante el período 2011-2015.
Nació el 30 de julio de 1984. Cursó sus estudios primarios en la Escuela Nº 57 “Belgrano” de la ciudad de Concordia, y el bachillerato en Humanidades y Ciencias Sociales en la Escuela de Enseñanza Media Nº 1028 de Santa Fe. En 2004 inicia sus estudios universitarios en la Licenciatura en Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Católica Argentina “Santa María de los Buenos Aires”- Facultad Teresa de Ávila, Sede Paraná.
En el ámbito público desarrolló funciones en la secretaría técnico-administrativa del Ministerio de Gobierno, Justicia, Obras y Servicios Públicos del gobierno de Entre Ríos; en la Cámara de Comercio Exterior de la Provincia de Entre Ríos; realizó tareas de coordinación y organización de logística de misiones comerciales al exterior, asistencia logística y asesoramiento en presentación de ofertas exportables de las provincias de Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe miembros de la Región Centro. Durante 2011 cumplió funciones en la Embajada Argentina en Uruguay.
Ariel De la Rosa, 49 años, es médico cirujano egresado de la Universidad Nacional del Nordeste en Corrientes, y especializado en ginecología en la Universidad Nacional de Córdoba.
Fue  becario en Estados Unidos  y en la European School of Oncology de Italia donde se especializó en cirugía y oncología, además de ser integrante de numerosas sociedades científicas.
Es experto en Sistemas de Salud y Seguridad Social, lo cual le permitió desarrollarse en la gestión pública de la salud. Fue director obrero electo en tres períodos consecutivos en el IOSPER, director de Atención Médica y secretario de Salud de Entre Ríos.
Radicado en Paraná hace más de 20 años, nació en la ciudad de Despeñaderos en la provincia de Córdoba, el 21 de julio de 1966.
 
Adrián Fuertes tiene 45 años y es oriundo de Villaguay. Con una extensa trayectoria en la función pública, fue concejal de su ciudad (1999-2003), luego diputado provincial (2003-2007), ocupando la vicepresidencia del Bloque Justicialista. En 2007 fue electo presidente municipal de Villaguay y reelecto en 2011. Además, es actualmente vicepresidente de Termas Villaguay SA.
Nació en Villaguay, el 29 de septiembre de 1970. Completó sus estudios primarios y secundarios en la Escuela Normal Superior “Martiniano Leguizamón” y cursó hasta quinto año de la carrera de abogacía en la Universidad Nacional del Litoral; además de capacitarse en administración y gestión pública, destacándose el “Programa de Formación y Capacitación en Gestión Pública de la “Universidad Torcuato Di Tella”.
En el sector privado se ha dedicado a la producción agropecuaria, la prestación de servicios educativos y los servicios inmobiliarios.
 
Luis Benedetto tiene 62 años y es ingeniero electromecánico egresado de la Facultad Regional Concepción del Uruguay de la Universidad Tecnológica Nacional. Especializado en Ingeniería Gerencial y en Administración de Negocios –  MBA – en la Facultad Regional Paraná de la Universidad Tecnológica Nacional; y en Gestión en la Universidad del Estado de Paraná Curitiba, Brasil.
Nació el 4 de marzo de 1953 en Concordia. Tiene una larga trayectoria en la docencia universitaria en las carreras de Ingeniería Civil, Eléctrica y Alimentos de la Universidad Nacional de Entre Ríos y de la Universidad Tecnológica Nacional. Además, desarrolla trabajos de investigación sobre Transporte Urbano en la Facultad Regional Concordia de la UTN y trabajos de consultoría en Proyectos de Ingeniería, RRHH, Normas de calidad.
Fue ex Gerente Regional del Ferrocarril Mesopotámico y recientemente secretario de Obras y Servicios Públicos de la Municipalidad de Concordia durante los períodos de gestión 2007/2011 y 2011/2015.

Judaísmo, Cristianismo e Islam: Una tradición común

El mundo del antiguo Oriente Medio,  en particular las regiones de Egipto y las tierras al este del mar Mediterráneo (Asiria y Media),  era, predominantemente,  un mundo politeísta en la época del siglo 7 a.C. (Atlas Histórico del Mundo, pág. 3). La gente de aquellas tierras adoraba a diferentes tipos de deidades. Algunos fueron vinculados con el bienestar de los pueblos y ciudades, como Marduk en Babilonia o Ra de Heliópolis en Egipto. Otros Dioses eran los responsables del sustento y el bienestar del hombre en tiempos de guerra y agitación, como Baal para los Cananeos e Ishtar para los Sumerios y Asirios. (La Herencia de las Civilizaciones del Mundo, pág. 54).
Entre este diverso conglomerado de culturas y creencias politeístas surgió una única gran tradición que mas tarde iba a fusionar las bases de las tres grandes religiones del mundo: el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam. Estas tres religiones pueden ser vinculadas a una tradición religiosa común que se remonta a tiempos del Profeta patriarcal Abraham. Esta tradición religiosa subyacente, forma la sólida base sobre la que se han construido las tres religiones en el transcurso de la historia y de la que cada una ha desarrollado diferentes creencias e ideales que los diferencian de los demás.
Para empezar, la diferencia fundamental que distingue la tradición religiosa de estas tres religiones era el concepto unificador del monoteísmo:
Cree en un único,  Todopoderoso Dios que es el Creador único, Sustentador y Soberano del universo. (Ibid, pág. 56)
Si bien no está muy claro cuando surgió por primera vez esta doctrina, los historiadores suelen coincidir en que el concepto del monoteísmo apareció por primera vez entre un pueblo nómada tribal conocidos como los Hebreos. (Ibid, pág. 56) En esencia, la tradición religiosa común que comparten el Islam, el Cristianismo y el Judaísmo se remonta a esos pueblos. Una mejor comprensión de la historia de este grupo de personas puede ser útil para comprender el origen común de las religiones monoteístas contemporáneas.
El relato preciso de las actividades de los hebreos no está disponible. Sin embargo, los investigadores están de acuerdo en el hecho de que los relatos bíblicos que hacen referencia a la emigración de los hebreos desde Mesopotamia a la zona de Oriente Medio son plausibles, de acuerdo con lo que se conoce de las rutas generales de emigración de estas tribus seminómadas. (Ibid, pág. 57) Las tradiciones religiosas e históricas mencionan que el patriarca Abraham venía de Mesopotamia y emigró al oeste con sus seguidores Hebreos y se establecieron a lo largo de la costa oriental del mar Mediterráneo, en el área hoy conocida como Palestina. (Ibid, pág. 56).
Abraham trajo consigo la idea de una creencia monoteísta, una idea que más tarde demostró perdurar durante mucho tiempo en la zona. La creencia monoteísta hizo hincapié en las exigencias morales y las responsabilidades del individuo y de la comunidad hacia la adoración de un único Dios, quien era el regidor de todo. Además, la creencia en un sólo Dios acentuó la idea de que Dios tenía un plan divino para la historia de la humanidad, y que las acciones y los ideales de Su pueblo elegido estaban indisolublemente unidos a este plan divino. (Ibid., pág. C-1) En la cúspide de esta tradición se encuentra Abraham, quien es reconocido como el fundador de su fe por las tres religiones: el Islam, el Judaísmo y el Cristianismo. Los seguidores de Abraham transmitieron esta tradición generación tras generación, fortaleciendo y uniendo a las personas de Palestina con la creencia en Dios y la alianza hecha con Su pueblo elegido. Fue en el siglo 13 a.C. cuando Moisés demostró ser una gran fuerza unificadora que iba a forjar, literalmente, la nación de Israel. Fue durante la época de Moisés en la que el concepto de la alianza fue reiterado y restablecido entre los descendientes de Abraham.
La importancia de esta alianza puede ser reconocida desde un análisis pormenorizado de las escrituras de las tres religiones. Las tres ramas de la creencia monoteísta original introducida por Abraham en la zona de Palestina reconocen y relatan el evento en sus escrituras religiosas:
Moisés escribió todas las palabras del Señor, se levantó de madrugada y edificó un altar al pie de la montaña y doce estelas por las doce tribus de Israel…
…Después tomo la mitad de la sangre y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. Tomó luego el libro de la alianza y lo leyó en presencia del pueblo, el cual dijo: “Cumpliremos todo lo que ha dicho el Señor y obedeceremos”(Éxodo: 24:4, 6, 7).
Del mismo modo, el Islam también reconoce la alianza de los hebreos con Dios. Se menciona en el Sagrado Corán, el texto religioso de los musulmanes, que el hombre debe recordar el hecho de que tal alianza fue tomada por un grupo de personas con Dios:
¡Oh,  Hijos de Israel! Acordaos de los favores que os concedí y sed fieles a vuestro pacto conmigo; yo seré fiel a mi alianza con vosotros, y sólo a Mí debéis temer. (El Sagrado Corán 2:41)
¡Oh, Hijos de Israel! Recordad los favores que Os concedí y que Os ensalcé por encima de los demás pueblos. (El Sagrado Corán 2:48).
Y acordaos cuando dimos a Moisés el Libro y el Discernimiento, para que pudierais ser guiados rectamente. (El Sagrado Corán 2:54).
Y acordaos de cuando aceptamos vuestra alianza y elevamos sobre vosotros el Monte, diciendo: “Sujetad con fuerza lo que os hemos dado y recordad lo que contiene, a fin de que os salvéis.” (El Sagrado Corán 2:64).
La necesidad de citar los pasajes anteriores se ve cuando uno intenta correlacionarlos y compararlos con otras creencias subyacentes que se encuentran en las tres religiones. Se observa que la tradición traída por Abraham, y reforzada y restablecida por Moisés, está presente y es reconocida por las tres religiones. Este es el punto común entre todas las tres confesiones: una afirmación y reconocimiento de la alianza que los hebreos de la zona de Palestina hicieron con Dios. Esto constituye la base fundamental de estas religiones monoteístas.
Otra importante similitud entre las tres religiones es su relativa cercanía en términos de proximidad geográfica. No es una coincidencia que las tres grandes religiones monoteístas del mundo tengan una patria ancestral común: el hecho de que Abraham era el padre de la fe para las tres religiones también significaría que el lugar donde vivió y guió a su pueblo sería el lugar donde nacerían las tres religiones. Oriente Medio, comprendiendo la zona de Palestina, la península del Sinaí, la península Arábiga (especialmente la mitad norte) y las áreas de la actual Turquía y Grecia constituyen, en esencia, la cuna de las tres confesiones.
Otro paralelismo entre las tres religiones es la creencia y el ideal de que a través de la oración y las plegarias, y estableciendo una relación con Dios, uno puede alcanzar la bondad en la vida y estar en un constante estado de paz y tranquilidad consigo mismo. Esta es la raíz fundamental de toda oración en una religión monoteísta. El Creador Todopoderoso es visto como un Ser preocupado activamente por los actos y acciones de Sus criaturas. De este modo, un giro hacia Él nos conduciría hacia un camino de Gracia y Misericordia divina. Hablando en esencia, el propósito de Dios en la creación de la humanidad fue por una muy buena razón:
Se les pidió ser justos y buenos como su Creador, por ser participes en el cumplimiento de Su propósito divino. (Craig, Albert, et al; [La Herencia de las Civilizaciones del Mundo, página 60]).
Este concepto se ilustra en la declaración de Dios a la Casa de Israel mencionada en la Biblia:
Pondré mi ley en su interior, la escribiré en su corazón, y seré su Dios y ellos serán mi pueblo… (Jeremías 31:33).
El propósito de Dios, de acuerdo con las creencias monoteístas, era elevar al hombre en rango y altitud en términos de conducta espiritual y excelencia moral. Esto sólo podía hacerse si el individuo o la sociedad en general reconocían el hecho de que fueron creados con un propósito divino y de acuerdo a un plan preestablecido. Se esperaba que los creyentes siguieran las enseñanzas otorgadas a ellos a través de sus respectivas escrituras y reconocieran a personas como Abraham, Moisés y otros, ser Profetas que fueron inspirados e iluminados por Dios y que les fue otorgada la tarea de liderar y reformar a las personas. (Craig, Albert, et al; [La Herencia de las Civilizaciones del Mundo, página 59]).
Todas las creencias mencionadas se encuentran en las tres religiones. Todas ellas comparten una creencia común en Dios vivo, autosuficiente y siempre presente que mantiene y controla la forma de vida y la conducta de cada individuo. Estas creencias formaron el cimiento que era común para todas las religiones que se originaron a partir de Abraham. Este punto común también sirvió como fuerza unificadora que unió a todo Israel bajo una única fe y un solo Dios.
El Islam y el Cristianismo también sostienen estas creencias. Originarias de la zona de la Península Arábiga y Palestina respectivamente, ambas consideran el personaje de Jesucristo la extensión de esta tradición. Mientras el Islam y el Cristianismo creen en Jesucristo como Profeta y reformador, la fe Judía no lo hace.
Aquí es donde los paralelismos y las similitudes entre las tres religiones se detienen. El Islam y el Cristianismo se desvinculan con el Judaísmo cuando reconocen la santidad y la honradez de Jesucristo. Las tres comparten la creencia en Moisés, pero sólo dos comparten la creencia en la veracidad de Cristo. Las similitudes entre el Cristianismo y el Islam concluyen, asimismo, cuando el Islam se desvincula de los paralelismos y reconoce al Santo Profeta del Islam como un verdadero Profeta de Dios que vino después de Jesucristo para traer la Ley final de Dios para la guía de toda la humanidad. Tanto el Judaísmo como el Cristianismo rechazan esta afirmación. Por consiguiente, las religiones se separaron y sus similitudes terminan cuando empiezan a diferir con respecto a Jesucristo y Muhammad (la paz sea con ellos). Sólo el Islam reconoce la elección divina y el profetazgo de los tres personajes, mientras que las otras dos no.
Las tres religiones no comparten creencias comunes después de la creencia en Moisés. El Islam reconoce a los tres, el Cristianismo reconoce a dos, y el Judaísmo sólo a uno.
Sin embargo, todas ellas están profundamente arraigadas en el tejido del monoteísmo. Es esta tradición la que sirve como columna vertebral de cada religión. La alianza establecida por el patriarca Abraham, restablecida después por Moisés, sirve como vínculo común entre las tres religiones del mundo. Un origen geográfico e histórico cercano acerca a las tres religiones, y bajo una perspectiva unificadora. Esta característica es lo que hace a las religiones notablemente similares.
La gran tradición que dio lugar a estas tres religiones remonta su origen y nacimiento a un pequeño grupo de hebreos nómadas, simples en estilo de vida y hábitos. No era el producto de las fuerzas imperiales o de grandes imperios (Bid, página 56). Los productos finales que se formaron como resultado de esta tradición surgieron tras un largo período de tiempo. Fue un proceso gradual y lento, no un período rápido de turbulencia y caos religioso. El intervalo de tiempo entre la aparición de Moisés y Muhammad (la paz sea con ellos) fue aproximadamente 19 siglos (1300 A.C. – 600 D.C.), una enorme cantidad de tiempo para cambiar y evolucionar en la religión.
Sin embargo, una adecuada comprensión del origen de la creencia monoteísta permite a uno entender con claridad en qué medida el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam pueden considerarse como parte de la misma tradición religiosa y espiritual. Una tradición que se remonta a la época de Abraham, un simple nómada que guió a su rebaño de seguidores hacia una mejor patria.

¿Cómo están la Torá y la moral relacionados?

¿Cómo están la Torá y la moral relacionados?

¿Cómo están la Torá y la moral relacionados?
-Por el Rav Uri Sherki (Traducido del hebreo. )
  1. El Carácter universal de la ética
La ética consiste en la definición del bien y el mal, y por lo tanto se ocupa de la educación del ser humano. Esta actividad es universal y no se limita a la nación de Israel. En toda sociedad humana, se desarrollan normas generales para un comportamiento apropiado, basadas principalmente en la naturaleza humana, que es básicamente recta. A pesar de que las normas éticas difieren de una sociedad a otra, el objetivo general de cada código moral es mantener a l ser humano honesto y en una trayectoria recta.
En todas las épocas, hay discusiones entre los seres humanos sobre el tema de cuál es la conducta apropiada. Algunas cuestiones  como si las personas deben honrar a sus padres, se han resuelto  y son aceptadas ampliamente. Pero otras cuestiones, tales como si la humanidad debe abstenerse de comer carne de los animales, no tienen aún un amplio acuerdo. En nuestra era, comer carne no se considera generalmente como un comportamiento ofensivo a pesar de que requiere tomar una vida con el fin de dar placer a un ser humano.
Las reglas de la moralidad en las diversas sociedades humanas son el resultado de la experiencia histórica acumulada,  por el método de prueba y error. Bildad, uno de los amigos de Job, dice: “Pregunta, te ruego, a las generaciones pasadas, y considera las cosas escudriñadas por sus padres. Porque nosotros somos de ayer y nada sabemos, pues nuestros días sobre la tierra son como una sombra.” (Job 8, 8-9). Es decir, con respecto a cuestiones básicas, un hombre debe apoyarse en la experiencia de las generaciones anteriores. No se puede asumir que todo lo que los antiguos decían es la verdad absoluta, pero si , que en función de sus errores, es posible generar un enfoque ético válido. Además, la tendencia moral de la raza humana, ha continuado desarrollándose durante toda nuestra historia, y el resultado es que las normas éticas indudablemente han mejorado y han alcanzado niveles más altos que en el pasado.
  1. ¿Cuál es la fuente de la moralidad?
La raíz de la tendencia moral que existe en el alma humana es el intento de acercarse a Di-s. Toda sociedad humana tiene una relación directa con la fuente de toda la vida, y esto lleva a un anhelo por el bien y por la honestidad. En ciertas épocas, la relación con la fuente de la vida tiene características tan idólatras y groseras, que la única manera para que la raza humana pueda avanzar éticamente es la negación de esta relación. Pero hay que señalar que en realidad este progreso se debe a una búsqueda aún más sensible de acercamiento a Di-s.
Las reglas morales son una expresión de la voluntad de Di-s, pero esto se revela en la humanidad a través de la naturaleza humana y no como un mandamiento. El Santo, Bendito Sea, creó al hombre con la capacidad de entender que ciertos tipos de comportamiento son apropiados y otros no lo son. Por ejemplo, el alma humana debe exigir, naturalmente, evitar el asesinato, y esto no es debido solamente a un mandamiento social o religioso. Además, es posible sostener, que tales tendencias comenzaron como leyes escritas por los seres humanos y  que luego se transformaron en una norma social, ya que el alma humana las acepto y se  adaptó a ellas.
  1. La Torá no es un sustituto de la moralidad humana
La Torá no fue dada a la nación de Israel con el fin de ser un sustituto de la moralidad humana. La moralidad humana debe existir dentro de una persona del pueblo de Israel del mismo modo que se puede encontrar en el corazón de cualquier otra persona, y sobre esta base, se apoya el nuevo plano  espiritual único de la Torá, que se agrega, como la parte superior de esta. Una persona con una débil base moral, que se encuentra con los mandamientos de la Torá es susceptible de llegar a una situación de aún mayor depravación moral, porque dentro de cada mandamiento, el  va a buscar las formas permitidas para cumplir sus propias  y bajas aspiraciones egoístas (y las poderosas emociones de santidad generadas, van a proporcionar una “motivación” aún más fuerte para sus acciones). Por ejemplo, si una persona no tiene una comprensión natural de la depravación moral involucrada en la difusión de calumnias acerca de otra persona y todas sus interacciones sociales estarán basadas únicamente en los límites de la Halajá (Leyes judias), él será capaz de pasar todos sus días ocupado en la difusión calumnias de formas permitidas por la ley – sin ningún sentimiento de cómo su alma se ve perjudicada por sus propias acciones. Esto es lo que el Rambam dictaminó: “Torá sólo se debe enseñar a un estudiante que es decente en sus acciones o a una persona sencilla, pero si una persona está en el mal camino, él debe ser devuelto a un camino correcto y sólo después… en caso de que se corrija, será aceptado en la Casa de Estudio  “. (Rambam – Leyes de Estudio de la Torá, 4,1)
La Torá no exige a  una persona el observar los mandamientos durante  los primeros trece años de su vida,  con el fin de que  pueda primero  construir y fundar  su carácter moral.
  1. ¿Por qué es malo forzar y desplazar la moral natural?
En la historia humana también, el comportamiento adecuado y ético, precedió a la Torá, como está escrito: “Durante veinte y seis generaciones, Derech Eretz – conducta apropiada – precedió a la Torá”. (Vaikrá Rabá 9,3). La Torá no fue dada durante los primeros años de la humanidad porque era primero necesario tener una preparación adecuada en términos de valores. Este hecho nos lleva directamente a la conclusión de que los avances en el conocimiento de la Torá, nunca deben ir en contra y  debilitar la moral natural. El rabino Abraham Isaac Kuk (el primer Gran Rabino de la Tierra de Israel, que fue uno de los gigantes espirituales del judaísmo de hoy en día, 1865 a 1935) advertía sobre este peligro. Él escribió: “Es un error que el temor a Di-s sea usado para desplazar a un lado la moral natural de un hombre, porque si lo hace, ya no es un ejemplo puro de temor de Dios.” (Orot Hakodesh Volumen 2, página 27)
Un ejemplo de la supresión y desplazamiento muy problemático de la moralidad natural puede ser visto donde tuvo lugar el proceso de expansión del cristianismo en Europa. Esta religión obligó a las naciones de Europa a observar partes de la Torá de Israel (muchos de ellos habían desarrollado un alto nivel cultural pero se mantuvieron ” bárbaros ” desde el punto de vista moral). Esta coacción se logró sin la preparación natural que era necesaria, el desarrollo de la moral natural del alma, y ​​el resultado, por tanto, no fue adecuado para la naturaleza interna de estas naciones. Una de las consecuencias de este proceso fueron los acontecimientos atroces de la Segunda Guerra Mundial, que actuó como “catarsis” para la liberación de las tendencias bárbaras del alma , que no fueron erradicadas a través de una adecuada  enseñanza moral,  que debía adecuarse al carácter de estos pueblos. Aquí es lo que escribió en su tiempo Heinrich Heine (Poeta Judío, uno de los más grandes autores de la Alemania moderna, 1797-1856): “En Alemania se llevará a cabo una conmoción dramática que a su lado la Revolución Francesa parecerá un inofensivo acontecimiento. El cristianismo ha suprimido el entusiasmo militarista de los alemanes, solo por el momento, pero no lo ha suprimido ni corregido. Tan pronto como se rompa el talismán de esta restricción, la violencia estallará de nuevo… “
Existe la tentación religiosa de pensar que observando los mandamientos una persona cumple automáticamente con sus obligaciones morales. Esto es muy peligroso, ya que podría causar a una persona religiosa el ignorar algunos de los factores más básicos de su personalidad. Nuestro Rav  Saadia Gaón (uno de los “genios” de Babilonia, el jefe de la Yeshiva de Sura, desde 882 hasta 942) escribe en su libro “La fe y del conocimiento” (Capítulo 3, 8) que un hombre le dijo una vez: Si un profeta nos ordenara que hagamos algo que contradice el intelecto o la ética, nos veríamos obligados a escuchar lo! desde el momento en que Dios  le dio una orden, el acto se hizo verdadero y moral. Rabeinu Saadia no estuvo de acuerdo, y afirmó que un hombre que habría mandado a otros a realizar actos que sean ilógicos o amorales  nunca podría ser considerado un profeta, y por lo tanto no lo debemos escuchar. El hombre respondió que la verdad y la moralidad se establecen sólo de acuerdo a los mandamientos de Di-s y que ningún ser humano puede interferir!  De modo que llegó a la conclusión de que nos veríamos obligados a escuchar al profeta. Rabeinu Saadia escribió que en ese momento en adelante se abstuvo de hablar con este hombre.
Hay periodos de tiempo en los cuales quienes observan la Torá carecen de rasgos específicos de comportamiento adecuado, de moral básica y natural, como por ejemplo el amor por los demás hombres o el deseo de reparar la sociedad. Esto lleva a la crítica moral de las demás personas, y esto rápidamente se puede transformar en una crítica a la propia Torá.
La verdad es que la palabra de Dios nunca será revelada a la humanidad sin estar precedida por una introducción moral, porque una persona inmoral no es ni digno, ni está listo para las palabras sagradas. Por tanto, es un error ver la palabra de Di-s que viene a través de la revelación como una revelación de “la verdadera moralidad” ya que esto  hace caso omiso de todo lo demás en la que esta revelación se apoya  y de lo cual también depende.
  1. El objetivo de la Torá
En vista de lo anterior, la Torá fue entregada sobre un fondo de desarrollo moral que la precedió, con el objetivo de elevar a la humanidad a un nivel superior aun. La Torá es la palabra de Di-s, que se vuelve hacia la humanidad, y la humanidad debe escuchar esta palabra después de haber perfeccionado  su Derech Eretz – comportamiento apropiado – que eleva al hombre hacia Dios. La falta para alcanzar el nivel el cual es  el objetivo de la Torá , no es una falta moral – las naciones del mundo están obligadas a ser éticas, a pesar de que no están obligadas de acuerdo a la tradición judía de observar las mitzvot.
Pero esto, entonces nos deja con un dilema: ¿Por qué la Torá nos ordena acerca de cosas que ya había alcanzado la moral humana, como por ejemplo  el asesinato y el robo? Hay varias respuestas a esta pregunta. Por ejemplo, Rabeinu Saadia Gaón escribió que incluso los mandamientos morales tienen muchos detalles que la humanidad no habría descubierto por su cuenta, y por esta razón es necesaria la revelación. En la antigüedad, los romanos escribieron que los Judíos son personas extrañas, ya que afirman que matar a un bebé pequeño es lo mismo que un asesinato. La moralidad humana acepta que es un error el quitar la vida, pero hay cuestiones delicadas que son muy difíciles de contestar. Por ejemplo, es  la eutanasia un asesinato o no? ¿Es el aborto un asesinato o no? ¿Hay alguna diferencia entre un feto y un bebé recién nacido? La Torá ha proporcionado respuestas halájicas detalladas a estas preguntas o ha dado métodos para llegar a una respuesta. El Maharal de Praga (un maestro de la Cabalá y filósofo judío prominente, 1520 hasta 1612) explica este concepto de otra manera: Desde el momento en que la nación de Israel se le dio la orden: “No matarás”, la prohibición – que hasta entonces no era más que un imperativo moral que ayudó a la gente a alcanzar la perfección – se transformó en un mandato divino que permite a la humanidad a aferrarse a lo infinito. Esta es una nueva forma de ver esta prohibición, una percepción que requisa, y eleva, la prohibición del reino de la moralidad humana.
  1. En el Fin – La moral
Una nota importante se debe añadir, algo que es más relevante para la nación de Israel. Además de las consideraciones anteriores, hay un valor moral intrínseco en la observación de las mitzvot que se deriva del hecho de que son las palabras de Di-s , transmitida a los hijos de Israel. Cualquier persona que se rebela contra la fuente de la vida – en contra del Santo , Bendito Sea, que se volvió hacia él – está actuando de una manera que muestra una falta de gratitud por lo que Dios le ha dado.
El valor moral de observar las mitzvot también se puede describir de otra manera: Cuando un Judio se da cuenta del valor moral de la aparición de Israel en el escenario de la historia y de la contribución judía a los avances de la moralidad humana, y cuando él comienza comprender la importancia de pertenecer a la nación de Israel según lo expresado por el cumplimiento de las mitzvot – esto se convierte en un imperativo moral para él. Sobre la base de un razonamiento en la Cábala, este enfoque se puede ampliar a una declaración de que el cumplimiento de una mitzva es moral en sí mismo, ya que con el acto de realizar o ignorar una mitzva se repara o daña una parte del mundo a la que está vinculada la mitzva . Esta es una manera de hacer hincapié en las exigencias morales de una persona: un acto humano puede arreglar una situación o causar daño. (El carácter moral de una persona seguirá dependiendo de su habilidad para reconocer la moralidad del acto en sí, y por lo tanto cualquier persona que no reconoce el significado moral de un acto o no lo ven como una obligación, no será considerada como una persona inmoral).
Tengamos en cuenta además, que nuestros sabios declararon: “Si no hay Derech Eretz no hay Torá, y si no hay Torá no hay Derech Eretz” (Pirkei Avot 3,17). Es decir, el comportamiento moral adecuado debe preceder a la Torá, pero después que la Torá ha sido revelada en base a la existencia a priori de Derech Eretz, un nuevo y más alto nivel moral se establece y deriva de la Torá misma.

Siete preceptos de las naciones

Según la tradición del judaísmo, los Siete preceptos de las naciones o Siete leyes de los hijos de Noé (en hebreo: שבע מצוות בני נח, Sheva Mitzvot Benei Noaj) son el número de mandamientos básicos y de origen divino entregados al primer hombre, Adán, y ratificados a Noé y a Moisés en el Monte Sinaí, a los cuales deben obedecer los hijos de Noé (toda la humanidad). Son citados en el Talmud (Sanhedrín 56a/b) como: un mandamiento positivo con respecto a establecer cortes de justicia y seis prohibiciones en contra de la idolatría, la blasfemia, el asesinato, la conducta sexual impropia, el robo, y el comer carne de un animal vivo.

Historia[editar]

"La tierra era corrupta ante el Creador y estaba llena de violencia. Y el Creador vio la tierra y observó que era corrupta, porque toda carne había corrompido su sendero en la tierra. Y el Creador dijo a Noé: 'El final de toda carne ha llegado. La tierra está llena de violencia por su causa y por eso, los destruiré a ellos con la tierra...'" Así comienza la historia de la destrucción del mundo en los tiempos de Noé. solo él y su familia fueron salvados del Gran Diluvio y cuando emergieron del arca que habían construido, Hashem (Dios) celebró un nuevo pacto con ellos y en consecuencia con toda la humanidad. Bendijo a Noé junto a su familia y los instruyó en los senderos del nuevo orden, declarando: "Ahora te he dado todo.... Y por eso, de la sangre de vuestras almas voy a pedir cuentas...." Noé es el ancestro de la humanidad actual y al ser depositario de los siete preceptos universales (él, su mujer, sus tres hijos y tres nueras), por extensión su descendencia entera está sujeta a los tales.
El pacto del arco iris y la entrega de los siete preceptos fueron anteriores a la entrega de la Torá a Moisés por parte de Dios, por eso tanto los israelitas como las demás naciones se guiaban por estos siete preceptos básicos. Los mismos patriarcas de Israel: AbrahamIsaac y Jacob se rigieron por estas sencillas normas como se puede observar en el libro del Génesis.

Talmud[editar]

El Talmud es una de las fuentes principales de los 7 preceptos. Las distintas autoridades rabínicas discutieron el tema en relación a estos mandamientos y su aplicación, principalmente a los gentiles que vivían bajo dominio judío. En el tratado de Sanedrín se dictamina: "Nuestros Rabinos enseñaron: siete preceptos fueron ordenados a los hijos de Noé: las leyes sociales; que se abstengan de la blasfemia, la idolatría, el adulterio, derramamiento de sangre; robo y comer carne cortada de un animal vivo" (Talmud Sanedrín 56a).
En el Talmud hay muchos otros tratados donde se discuten las 7 leyes, su observancia y aplicación, así como su origen y trasfondo teológico.

Base teológica[editar]

De acuerdo a la tradición judía, el Decálogo o los Diez Mandamientos (aserciones en realidad, que son una síntesis de los 613 mitzvot) se aplica únicamente a los judíos; al resto de la humanidad corresponde observar las "Siete Leyes de Noé", con sus respectivas derivaciones.
El término noájida indica la universalidad de estas ordenanzas, ya que toda la humanidad desciende de los tres hijos de Noé que sobrevivieron al diluvio.
Según el judaísmo existen dos vías para agradar a Dios: por medio de los preceptos judíos o los siete preceptos noájidas. El primero es para la nación de Israel mediante 613 mitzvot o mandamientos (que incluyen también estos siete preceptos de las naciones) y el segundo para los gentiles, quienes tienen que acatar los preceptos dados a Noé y sus hijos después del diluvio y ratificados en la entrega de la Torá en el Monte Sinaí.

Aplicabilidad y observación de las Siete leyes de los hijos de Noé[editar]

1. Seis de las Siete leyes de los hijos de Noé son prohibiciones.
2. Los hombres y las mujeres son iguales en la observancia de estos preceptos.
3. La persona es responsable, ante las Siete leyes de los hijos de Noé, a la edad de 13 años los varones y 12 las mujeres.
4. Es una máxima dentro de la observancia de las Siete leyes de los hijos de Noé que: “El desconocimiento de la Ley no exime de su cumplimiento.”
5. Los noájidas tienen permitido:
  • Cruzar especies, tanto de plantas como de animales.
  • Vestir o usar Shaatnez (tela hecha de lino y lana al mismo tiempo).
  • Plantar diferentes semillas en un mismo campo de cultivo.
6. Además de lo anterior un noájida también puede observar cualquiera de los 613 mandamientos de Israel a condición que sea permisible y adecuado para el servicio noájida, por lo que debe ser previamente consultado con un maestro judío que posea los conocimientos necesarios y se encuentre calificado para guiar a un noájida; pero está estrictamente prohibido realizar los preceptos que están prescritos únicamente para el pueblo judío como:
  • Observar el Shabat a la manera de los judíos (descansando de las acciones que fueron necesarias para la construcción del Tabernáculo durante el Éxodo de Egipto).
  • Observar las festividades judías a la manera de los judíos (descansando de forma similar al Shabat).
  • Estudiar aquellas partes de la Torá que no se aplican al servicio noájida para con Dios.
  • Escribir un rollo de Torá (los Cinco Libros de Moisés) o recibir una aliyá a la Torá (i.e., leer una porción de la Torá en una reunión pública).
  • Hacer, escribir o vestir tefilín, las filacterias que se usan durante el rezo judío y que contienen porciones de la Torá.
  • Escribir una mezuzá, un pergamino particular que contiene porciones de la Torá, o instalarla en el marco de la puerta de acceso al hogar de uno.
  • Vestir kipá excepto cuando se rece o se esté en una sinagoga, así como en cualquier momento está prohibido llevar tzitzit ya que estos son exclusivos del pueblo judío.
7. Los noájidas tienen prohibida la innovación en la religión (como crear festividades).

Desglosados por precepto[editar]

1. Prohibida la idolatría
  • El precepto enseña que no se debe servir cosa creada alguna y que se es culpable de transgredir este precepto aun si después se retractase.
  • La trasgresión de este precepto no tiene efecto hasta que no se venera/adora al ídolo a la manera que los idólatras usualmente lo adoran.
  • No se debe leer, pensar o incluso hablar acerca de la idolatría o de los procederes de las religiones idólatras.
  • Preferiblemente es necesario, y hasta loable, morir antes que cometer idolatría.
  • Está prohibido todo lo relacionado con un ídolo; alimentos ofrecidos al ídolo, telas, utensilios, vestiduras etc.; todo lo ofrecido o que haya estado en contacto con el ídolo a excepción de que haya preparado con la intención de ofrecerlo pero aún no se haya llevado a cabo el ofrecimiento.
  • Está prohibido confeccionar ídolos o imágenes que uno mismo o alguien más pudiera utilizar para la idolatría ya que si no es adorado por ti aun así transgrede el precepto.
  • Está prohibido hacer o pensar nada que parezca o haga pensar a alguien que se es idólatra.
  • Es un mandato el destruir todos los ídolos, todas las cosas utilizadas para servirlo y todo lo que ha sido confeccionado o edificado a causa de ellos, así como cualquier beneficio que del ídolo se haya obtenido arrojándolos al mar.
  • A consecuencia directa del punto anterior está prohibido obtener cualquier beneficio de una casa idólatra; su olor, sombra, resguardo y/o cualquier otra cosa que provenga de ella. Siempre se deberá guardar una distancia de no menos de 2.5 metros de una casa idólatra.
  • Las imágenes en tres dimensiones están prohibidas por lo que, como consecuencia directa de lo anterior, está vedado hacer esculturas.
  • A los falsos profetas y/o personas que reciban mensajes falsamente de la Divinidad les corresponde la pena capital.
  • Están prohibidas la hechiceríaadivinaciónastrologíacartomancianecromancia, consultar espíritus y fantasmas.
2. Prohibida la blasfemia
  • La blasfemia es el único medio por el cual se puede transgredir las Siete leyes de los hijos de Noé solo con la facultad de hablar por lo que es considerada como peor que la idolatría.
  • Se debe tener siempre cuidado al hablar sobre temas divinos por lo que es recomendable evitar los atributos descriptivos para referirse a Dios.
3. Prohibido el asesinato
  • Quien mata a un ser humano, aun dentro del vientre de su madre (40 días después de la concepción) recibe la pena capital. Excepto en el caso que la vida de la madre esté en peligro.
  • Prohibida la eutanasia y el suicidio
  • La muerte por proteger a alguien está prohibida excepto si uno mismo es el agredido.
  • Está prohibido contratar a un sicario.
4. Prohibidas las relaciones sexuales ilícitas
  • Están prohibidas las relaciones entre: madre-hijo, padre-hija, tío-sobrina, tía-sobrino, madrastra-hijastro, padrastro-hijastra y hermano-hermana.
  • Están permitidas las relaciones con un pariente político solo después de la muerte del familiar que establece el nexo; esto incluye cuñados y nueras.
  • Están prohibidos el adulterio, las relaciones homosexuales y lésbicas así como también el bestialismo, la pederastia y la prostitución.
  • Según los Siete Preceptos de los Hijos de Noé, se considera a una pareja casada después que hayan tenido relaciones sexuales con la intención de que se constituya en matrimonio.
  • No está permitido el divorcio salvo que se hayan agotado todas las demás alternativas y no quede otra solución.
  • A diferencia de los Hijos de Israel, los Hijos de Noé están emparentado solo por vía materna.
  • Está prohibida la castración ya sea en humano o animal.
5. Prohibido el robo
  • Está establecido que el trasgresor de este precepto debe devolver hasta lo más mínimo que haya robado no importa su poco valor.
  • No importa si se roba en secreto o abiertamente es robo.
  • Los Hijos de Noé tiene prohibido involucrarse en guerras cuyo objetivo sea la conquista de territorios.
  • Están prohibidos la usura y el sobreprecio así como poseer pesos y medidas falseadas.
  • La agresión física también es considerada robo de la dignidad y la moral del hombre.
  • La codicia también es considerad robo.
  • Si un ladrón roba a otro ladrón ambos transgreden el precepto.
6. Prohibido el comer animales vivos
  • Solo está permitido tomar la vida de un animal con el fin de alimentarse; hay que cerciorarse de su muerte antes de comerlo, es decir que no exista ningún tipo de movimiento.
  • El hombre no tiene permitido ser rapaz.
7. Se permite el establecimiento de cortes de ley
  • Toda corte de ley debe estar acorde con los Siete Preceptos de los Hijos de Noé.
  • Debido a la obligatoriedad que posee el noájida de que en su sociedad exista una corte de ley es obligatorio establecerla en la comunidad que no la posea por lo que este mandamiento se convierte en una prohibición y amerita castigo todo aquel Hijo de Noé que pudiendo no lo cumpla.
  • Solo se podrá condenar a aquellos transgresores mentalmente competentes.
  • Es deseable que ambos litigantes lleguen a un acuerdo para evitar ir a la corte.
  • En una corte de ley noájida la evidencia circunstancial es admisible.
  • La integridad e imparcialidad de un juez tiene que ser total.
  • Cada caso debe ser tratado individualmente.
  • Si una transgresión o transgresiones cometidas por un mismo transgresor amerita dos o más castigos por parte de la corte siempre se aplicará el más estricto.
  • Toda persona está obligada a brindar testimonio en la corte si posee algún conocimiento sobre la transgresión cometida.
  • Un trasgresor condenado no puede ser llamado a brindar testimonio.
  • Está prohibido ofrecer testimonio basado en rumores.
  • No pueden ofrecer testimonio en una corte de ley:
    • Esclavos (por cuanto no poseen voluntad propia).
    • Niños.
    • Deficientes mentales o locos.
    • Sordos.
    • Mudos.
    • Ciegos (aun cuando sean capaces de reconocer la voz del transgresor).
    • Personas descuidadas en el cumplimiento de los Siete Preceptos.
    • Amigos del trasgresor.
    • Cónyuges o familiares cercanos del trasgresor.
    • Alguna persona que obtenga, directa o indirectamente, beneficios con el fallo.

Otros mandamientos de la Torá tradicionalmente observados por los noájidas[editar]

  • Honrar a padre y madre.
  • Ofrecer caridad a los necesitados.

Rezos[editar]

Cuando un noájida ora, ciertamente obtiene recompensa, como aprendemos del Profeta Isaías: “Mi Morada será declarada una casa para todas las naciones del mundo” (Isaías 56:7). Aun cuando no se encuentra obligado a involucrarse en la plegaria, es evidente que un noájida cumple un precepto cuando ora.
Cuando un noájida se ve presionado por una emergencia personal, se espera definitivamente que rece a Dios. Tal plegaria demuestra una creencia básica en Dios, exhibiendo la confianza de que solo Él es Quien da el sustento y que solo El sana. Aquel que no ora a Dios en época de necesidad demuestra que no creé en El sino en otras fuerzas.
Aquí la pregunta surge: ¿Si un noájida ora solo en pensamientos merecerá recompensa o debe orar verbalmente? Concluimos que no será recompensado por una plegaria mental porque ésta no es realizada en la manera apropiada. Puesto que la plegaria establece un lazo entre el ser físico y un Dios personal, uno debe usar lo físico para crear este lazo, es decir, una plegaria verbal (moviendo los labios).
La plegaria noájida no debe consistir en meras súplicas sino que deberá también incluir alabanzas a Dios.
El acto y la experiencia de orar a Dios (y es obvio que está prohibido orar a cualquier otro ser que no sea Dios) presenta niveles sin límites. Cuando uno suplica a Dios por sus necesidades y deseos, o por ayuda en época de peligro o estrés, o cuando se realiza una plegaria profunda y meditativa (a fin de elevarse espiritualmente), es siempre una experiencia mística, una comunión con el (Mismísimo) Creador del alma de quien ora. A través de la plegaria el hombre puede despojar de su conciencia todo materialismo y asuntos físicos, separándose a sí mismo de su naturaleza animal, llegando a ser un total ser espiritual. Por intermedio de la plegaria, uno puede alcanzar un nivel cercano al de la profecía.1
Y el Rey David escribió: “Alaben al Eterno, todas las naciones, exáltenlo todos los pueblos” (Salmos 117:1). Este verso de los Salmos se refiere específicamente a los Hijos de Noé.

Sacrificios[editar]

Bases teológicas, controversia y procedimiento para el sacrificio
1. Los sacrificios animales, como ofrendas a Dios, son vistos por el hombre moderno como una práctica cruel y primitiva, lo cual contrasta con el hecho de que las almas más elevadas que han vivido (Adán y Noé; Abraham, Isaac y Jacob; Moisés y Aarón; David, Salomón y Samuel) así como miles de exaltados seres humanos, ofrecieron sacrificios animales a Dios.
La razón por la que el hombre carece de la sensibilidad y entendimiento necesarios para comprender los sacrificios animales data del período previo a la construcción del Segundo Templo. Era un tiempo en que la idolatría campeaba. Se podría decir que el hombre realmente sentía ansias de idolatría. La situación llegó a ser tan desesperada que los Sabios de Israel oraron a Dios para que removiera del hombre tal profunda compulsión por la idolatría. Cuando las oraciones fueron aceptadas, se vio estallar a un león de fuego por delante del Lugar Santísimo. Los Sabios entendieron la respuesta de Dios. Puesto que él había creado el mundo de manera que lo bueno y lo malo estuvieran perfectamente balanceados (para concederle al hombre libre albedrío), cuando el deseo por idolatría fue removido, el balance se mantuvo al quitar del hombre el entendimiento de los sacrificios.2
En resumen: ofrecer un sacrificio animal simbolizaba la subyugación y destrucción de la naturaleza animal del hombre. El animal era faenado y entonces incinerado sobre el altar, reduciéndolo a sus elementos (que ascendían a lo alto). A través de este proceso, una persona era capaz de nulificar su ser animal, acercándose entonces a Dios. De hecho, en Hebreo la palabra para sacrificio es korban que viene de la raíz karav, que quiere decir cerca, puesto que el korban acercó al hombre a Dios.3
A partir del tiempo de la destrucción del Santo Templo, se les prometió a los judíos que el estudio de las leyes referentes a los sacrificios y la oración serían aceptadas por Dios en lugar de los sacrificios (en sí mismos), como está escrito, “Rendiremos las oraciones de nuestros labios en vez del sacrificio de bueyes” (Oseas 14:3).
¿Qué hay de los Hijos de Noé? En los tiempos del Santo Templo, los justos entre ellos, quienes seguían las Siete Leyes Universales, tenían permitido residir en la tierra de Israel e ingresar al Templo para ofrecer sacrificios a Dios. Más aún, los sacerdotes judíos ofrecían sacrificios a favor de las naciones de la tierra, siendo el mejor ejemplo los setenta bueyes que se ofrecían durante la festividad de Sucot, el Festival de las Cabañas.4
Si después de la destrucción del Santo Templo los Judíos podían ofrecer sacrificios a Dios de una manera espiritual (mediante la oración y el estudio), ¿qué hay de los noájidas? ¿qué pueden hacer?
La respuesta es una gran sorpresa. A pesar de que un judío tiene prohibido ofrecer sacrificios en un lugar que no sea el Santo Templo, un noájida, en la opinión de muchas autoridades, tiene permiso para construir altares privados y presentar allí ofrendas a Dios aún hoy en día.5 6
Nota: De ninguna manera esto implica desmotivar el rezo a Dios entre los noájidas.
Aun cuando las leyes referentes a los sacrificios son realmente complejas y que, por tanto, quedan fuera del alcance de este artículo, los siguientes puntos son una breve reseña de sus principios generales.
2. Durante los tiempos en que el Santo Templo estuvo en pie en Jerusalén, un noájida tenía permiso para traer un korban olá, una ofrenda a ser consumida totalmente por el fuego.7
3. Un noájida tiene permitido presentar animales salvajes que sean espiritualmente limpios, como lo son aquellos de la familia de los venados o ciervos así como también animales domésticos espiritualmente impuros. Por espiritualmente limpios se entienden aquellos animales que tienen pezuñas partidas y rumian sus alimentos. También podría traer aves limpias, incluso gallos. Pollos y animales salvajes espiritualmente limpios son aceptables solo cuando el noájida los presenta en su altar privado.8 Cuando trae una ofrenda a Dios en el Santo Templo, deberá (sin remedio) corresponder a aquellas categorías prescritas por la Torá y la Ley Judía.
4. La ofrenda de un noájida deberá (sin remedio) tener todos sus miembros para que sea válida. Otras tachas y desfiguramientos menores no provocan la invalidez de la ofrenda. Esta indulgencia se aplica solo cuando el sacrificio es ofrecido en un altar privado. Cuando los Hijos de Noé traen sacrificios al Santo Templo, serán aceptables solo si cumplen con los criterios de una ofrenda judía.9
5. Los Hijos de Noé podrían construir altares y ofrecer sacrificios como ofrenda en cualquier lugar.
6. Uno podría ofrecer sacrificios del tipo korban olá, ofrenda encendida, como una muestra del deseo por conectarse con el Dios de Israel. Esta ofrenda es completamente consumida por el fuego y está entre lo más santo de los sacrificios. El animal recibe muerte en el lado norte del altar, y se recoge su sangre en un vaso (para el servicio) en el lado norte del altar. Su sangre es entonces salpicada hacia la esquina nororiental del altar, esparciéndola de esa manera a lo largo de las cuatro paredes. Estos sacrificios requieren que la espaldilla del animal sea entregada a los kohanim (sacerdotes judíos). La carne del animal ha de ser entonces desollada y cortada en pedazos antes de que sea completamente consumida por el fuego del altar.10
7. Puesto que la mayoría de las autoridades de hoy en día prohíben que los kohanim acepten su porción de las ofrendas sacrificiales, existe duda respecto a la permisibilidad de estos sacrificios por parte de los Hijos de Noé.
8. Quien, con conocimiento de causa, ofrece un sacrificio que carece de validez, amerita castigo.
9. Algunas autoridades sostienen que si un noájida ofrece un sacrificio de un animal que ha perdido un miembro, transgrede un mandamiento positivo; pero, no es una transgresión de una de las Siete Leyes de los Hijos de Noé (lo cual ameritaría castigo por parte de las cortes de ley).11 Otros dicen que no hay para nada transgresión, pero que el sacrificio simplemente es considerado no-válido.12

Festividades[editar]

Día séptimo (Shabat)
Un hijo de Noé no debe observar el Shabat en la forma que un judío lo hace. Un hijo de Noé no debe dar ocasión para que un judío rompa el Shabat.
Hay quienes dicen que cada no-judío que vivió en Eretz Israel en la época del Templo judío (Ger Toshav), que ha aceptado formalmente la obligación de respetar las leyes de Noé frente a una corte judía, tiene que defender y mantener el Shabat (Rashi, Kritot 9, Ievamot 40). Hay espacio para sugerir que el noájida incluso hoy en día, mediante la aceptación de cumplir los siete mandamientos, se encuentra en la misma categoría que un Ger Toshav y debe, según Rashi, respetar el Shabat
Así que se sugiere que el noájida celebre el séptimo día. Este es un día en el cual debería abstenerse de trabajar, dentro de las posibilidades.
En la víspera del sábado (viernes por la noche), los noájidas podrían tener una cena familiar festiva con comida especial y a la luz de las velas, después de la puesta del sol, en honor del Séptimo Día, como fue ordenado a Adán y a Noé. Durante la cena podrían entonar canciones para fortalecer sus creencias, incluidas las canciones acerca de la creación. Se puede leer de la Torah. No se debe llamar a este día el Shabat, pero si el "séptimo día" como está escrito en el Génesis.
En el séptimo día, si se puede arreglar sin dificultades, debe abstenerse de ir a trabajar. Si es posible, se debe ir al campo o a un parque para sentirse cerca del Creador del mundo. Si la congregación tiene una sesión de oración, se puede recitar los salmos relacionados con el día de reposo y de la creación (como el Salmo 104). También se debe estudiar porciones de la Torá vinculadas a los mandamientos de los hijos de Noé. Se puede estudiar de la porción semanal de la Torá que se lee el Shabat en las sinagogas, los temas que afectan a toda la humanidad y saltar los temas que se refieren específicamente a los judíos.
Al final del sábado (Motzai Shabat), al final del séptimo día y el comienzo de la nueva semana, se puede recitar la oración por la nueva semana (Havdalá) después de haber encendido una vela de Havdalá, dar las gracias a Dios por haber enseñado a Adán cómo hacer fuego, el cual es la fuente de toda la energía que ha permitido al hombre realizar cambios en este mundo.
Rosh Hashaná
El primer día de Tishrei es el día del juicio para todo el mundo. Este es un día en el cual uno debería abstenerse de trabajar, dentro de las posibilidades. Se podría tener una cena familiar festiva con comida especial y a la luz de las velas, después de la puesta del sol en honor a este Día El primer día de Rosh Hashaná debería ser un día de arrepentimiento y de una profunda reflexión interna acerca de lo que una persona ha hecho durante el año pasado. El Benei Noaj debe recitar una oración pidiendo que todas las personas del mundo acepten y reconozcan la verdad sobre el Dios único y verdadero.
Yom Kipur
Yom Kipur es un día de arrepentimiento. Si bien no es un ayuno para un noájida, el arrepentimiento es una necesidad para un hijo de Noé.
Sukot
Se afirma en el libro de Zacarías (14:1-21) que después de que el templo sea restaurado, durante la festividad de Sucot todas las naciones del mundo peregrinarán a Jerusalén para postrarse ante Dios.
Este es un día en el cual uno debería abstenerse de trabajar, dentro de las posibilidades. Se podría tener una cena familiar festiva con comida especial y a la luz de las velas, después de la puesta del sol en honor a este Día.
Vale la pena que una persona tome sus vacaciones durante este tiempo. De este modo, un Benei Noaj puede utilizar este tiempo libre para estudiar, para observar la naturaleza y reunirse con amigos noájidas para la oración grupal, con énfasis en la paz mundial, como lo hacía Israel cuando el Templo existía y, cuando además se realizaban sacrificios por el bienestar de todas las naciones, orando por la venida del Mesías quién va a modificar las formas del mundo.
Janukah
Los noájidas están llamados a celebrar la victoria del judaísmo sobre el helenismo, ya que, esta victoria le mostró al mundo la fuerza de la fe de los israelitas en el Dios único y verdadero, su verdadera devoción y dedicación en el mantenimiento de la Torá y sus mandamientos. Es también un momento de oración especial para la restauración del Tabernáculo, el Templo y el culto divino.
Pesaj
Pesaj es la proclamación de emancipación en primer lugar. Se aconseja que un noájida durante este día de fiesta ponga un énfasis especial en la libertad de todos los seres humanos. En la víspera del primer día de Pesaj, se sugiere que los noájidas celebren una comida festiva con matzá y vino en honor de la libertad.
Shavuot
Esta Fiesta conmemora la entrega de la Torá. En este día hubo una revelación divina y la raza humana adquirió la Torá a través de esta. En este día se podría celebrar una cena familiar festiva con comida especial y a la luz de las velas, después de la puesta del sol en honor a este Día. Este es un día que debería ser reservado para el estudio de la Torá y los mandamientos de Noé.13

Recompensa divina[editar]

Desde la perspectiva del judaísmo, estos siete preceptos son los instrumentos para que los gentiles tengan su recompensa en el Olam Haba (‘Mundo Venidero’), donde van tanto justos como pecadores, pero con la diferencia de que mientras los justos son regocijados por sus obras rectas, los pecadores son atormentados por el recuerdo de sus malas obras.
El noajismo es el «pan espiritual» propio de las personas gentiles, y las siete ley